De Pueblos Indígenas en Brasil
Foto: Emerson Guerra, 2005

Naruvotu

Autodenominación
¿Donde están? ¿Cuántos son?
MT 81 (Fiorini, 2003)
Familia linguística
Karib

Antiguos habitantes de las áreas cercanas a la confluencia de los ríos Culuene y Sete de Setembro, los Naruvotu tuvieron que desplazarse de sus territorios tradicionales debido al contacto intenso con los no-indígenas, en especial con la expedición Roncador-Xingú, que atrajo a varios pueblos de la región alto Xingú alrededor de las áreas que formarían el Parque Indígena del Xingú. Después de las dos grandes epidemias que azotaron la región en 1946 y 1954, los Naruvotu se redujeron a una decena de personas que, en busca de sobrevivencia física y cultural, se establecieron en las aldeas de otros grupos indígenas, como los Kalapalo y los Kuikuro. Algunos indigenistas llegaron a afirmar que los Naruvotu se habían extinguido, aun cuando ellos estaban viviendo con otros pueblos del alto Xingú. Fue a causa de esta situación compleja que la lucha por la identificación y demarcación del territorio Naruvotu se produjo tardíamente. Solamente en el 2006 fue identificada y aprobada la tierra indígena Pequizal del Naruvotu por la Funai.

Localización

Los Naruvotu son hablantes de la lengua kalapalo, de la familia lingüística Karíb. Aunque durante siglos los Naruvotu habitaron las zonas cercanas a la confluencia de los ríos Culuene y Sete de Setembro, en la actualidad están distribuidos en varias aldeas en el Parque Indígena del Xingú, en el Estado del Mato Grosso.

El proceso de poblamiento indígena del alto Xingú se inició, de acuerdo con Heckenberger, hace más de 500 años, y se prolongó a lo largo de la reducción y colonización de Brasil. Hace por lo menos 300 años, los Karíb ya habrían estado presentes cerca de las cabeceras del Culuene, dentro de la Tierra Indígena Pequizal del Naruvotu, donde sus antepasados establecieron contactos amistosos con los grupos de lengua Arúak, que vivían en las proximidades, en las cabeceras contiguas del alto Xingú (Heckenberger , 2000).

Lagoa próxima à antiga aldeia do Pequizal, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005
Lagoa próxima à antiga aldeia do Pequizal, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005

Sin embargo, hace más o menos 250 años, los grupos karíb que habitaban la región de la parte superior del Culuene emigraron repentinamente a la región del lago Itavununu, que actualmente queda dentro de las tierras preservadas del Parque Indígena del Xingú. Los datos obtenidos por Ellen Basso (1973) indican que el éxodo de los Karíb del alto Xingú de sus tierras ancestrales fue probablemente una consecuencia de la trata de esclavos. Los Karíb habrían migrado del alto Culuene para escapar de los cazadores de esclavos que en aquel tiempo saqueaban las aldeas indígenas, buscando hombres adultos para los trabajos forzados en las minas, así como mujeres y niños para el trabajo doméstico. Fue probablemente después de un primer despoblamiento a consecuencia del tráfico de esclavos en la región del este del Mato Grosso, que los grupos ancestrales karíb del Alto Xingú se reunieron al sur del lago Itavununu, donde llegaron a residir durante mucho tiempo.

Fue a orillas del Itavununu, también considerado un lago sagrado de los antiguos Karíb, que los Kalapalo, Kuikuro, Tsuva, Matipu, Nahukwá y Naruvotu se desmembraron y formaron grupos locales distintos. Cada uno de ellos fue a vivir en la región donde se encuentran actualmente. Los subgrupos que conformaron los actuales Kalapalo migraron nuevamente hacia las cabeceras del Culuene y de sus afluentes, el Tanguro y el Sete de Setembro, conjuntamente con los Naruvotu. Estos grupos, por tanto, retornaron así a los territorios originales que habitaron los Karíb del Alto Xingú.

Mientras que los Naruvotu eligieron la rica zona de pesca en la confluencia de los ríos Culuene y Sete de Setembro y navegaban río arriba a través de este último para explorar sus lagos, los Kalapalo fueron a vivir más tarde al este, a la orilla derecha del Culuene y en las cabeceras del río Tanguro. Así que, afines del siglo XIX, los Naruvotu ya se había establecido en la confluencia del Sete de Setembro con el Culuene, donde llegaron a construir la gran aldea Naruvotu del Pequizal en un arroyo de la margen izquierda de este río. Este aldea tenía por entonces más de una centena de indios.

Los acontecimientos que se sucedieron en el siglo XX, fueron responsables de la transferencia de este pueblo hacia las aldeas Kuikuro, Matipu, Kalapalo y Tanguro, localizadas dentro de los límites del Parque Indígena del Xingú.

 

Población

Los Naruvotu viven en las aldeas Kuikuro, Matipu, Tanguro y Kalapalo, situadas dentro de los límites de la Tierra Indígena del Xingú. En el 2003, el número de Naruvotu que residían en esas aldeas era, respectivamente, de: 23, 6, 12 y 28. La suma total de las personas que moraban en el Alto Xingú era de 69. En ese año habían también 12 personas que vivían en Brasilia.

Año Habitantes Aldeas/Localidad Fuente para Cálculo
1850 200 Angahukügü Ahwalu, Camina
1900 150/ 100 Angaruhütü / Tihape Ahwalu, Camina
1920 80 Angaruhütü Noronha (1952)
1931 70 (?) Angaruhütü Petrullo (1932)
1946 (*) 10 Angaruhütü Ahwalu, Atatiro
1954 (*) 9 Kah nsu Ahwalu, Atatiro
1960 12 Posto Jacaré Fiorini, proyección
1980 20/ 04 Tanguro, Kuikuro / Brasília Fiorini, proyección
2003 69/ 12 Tanguro, Kuikuro, Kalapalo, Matipu / Brasília Fiorini, censo 2003

 (*) Población después de la epidemia de gripe de 1946. (**) Población después de la epidemia de sarampión de 1954. (?) Incertidumbre en relación a los datos.

Historial del contacto

Los primeros contactos de exploradores con los pueblos del alto Xingú fueron efectuados por el alemán Karl von den Steinen, en 1884 y 1887. Karl von den Steinen descendió el río Curisevu, donde encontró primero a los Bakairi y más tarde a los Nahukwá. El término bakairi, tomado por von den Steinen para uno de los grupos vecinos del alto Xingú, por ejemplo, Anuakuru o Anahuku, puede estar relacionado con los A[n]garahâtâ (Angarühütü), denominación de los Naruvotu entre los Kuikuro, o Anagafi (Angagüfütü), denominación de los Naruvotu entre los Kalapalo.

Primeros contactos

Fragmentos de objetos cerâmica em sítio arqueológico, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005
Fragmentos de objetos cerâmica em sítio arqueológico, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005

En 1920, los Naruvotu fueron encontrados cerca al río Culuene y al Sete de Setembro. En ese momento, el capitán Ramiro Noronha, que organizó una expedición ordenada por el SPI (Servicio de Protección a los Indios), llegó a dos puertos Naruvotu de la margen izquierda del río Culuene. Desde el segundo puerto, Noronha siguió hasta la aldea Naruvotu, que estaba a unos cinco kilómetros de la orilla. Según relató, la aldea se encontraba a un día de marcha de la aldea de los Kalapalo y de la aldea de los Nahukwá. Noronha también consignó que el territorio de los Naruvotu se extendía hasta el arroyo Couto de Magalhães, donde terminaban los rápidos del alto Culuene y comenzaban a aparecer las bahías (1952: 39).

Esta aldea visitada por Noronha era, sin duda, Pequizal, ya que el autor da cuenta del tamaño de los pequizeiros [de pequi, caryocar brasiliense] Había cuatro casas aquella vez y su jefe acababa de morir. Una casa xinguana puede albergar en promedio cerca de veinte personas. Como Noronha no cita ninguna situación de calamidad, a pesar de que se habla de la muerte del líder de la aldea, se puede calcular que había por lo menos ochenta personas o más. Al día siguiente, Noronha llegó a la desembocadura del río Turuine, llamada así por los Karíb, que rebautizó como "Sete de Setembro" para celebrar la fecha en que arribó al lugar..

Vicente Petrullo, en 1931, visitó el Xingú bajo los auspicios del Museo de Filadelfia. Petrullo localizó a los Naruvotu precisamente en el lugar donde Noronha los había visitado en 1920. En ese momento, los indígenas organizaban varios Kuarup (ritual funerario que marca el final del duelo en la cultura de alto Xingú), en los cuales la mayoría de los otros grupos indígenas de la región también participaban.

Los Naruvotu fueron siempre un grupo destacado en el universo del alto Xingú. Ellos fueron mencionados constantemente en las publicaciones de todos los pioneros en la región, tanto así que el antropólogo Kurt Nimuendajú los situó en el "portal" del alto Xingú, cerca de la desembocadura del río Sete de Setembro, en la margen izquierda del río Culuene, en su mapa etnohistórico de Brasil que data de 1944.

Desde el comienzo del siglo XX, los pueblos indígenas del alto Xingú comenzaron a verse afectados por las enfermedades traídas a la región a través de los Bakairi que integraban la comunidad de Simões Lopes, en el río Paranatinga. Esta comunidad fue creada por el SPI con el fin de atraer y pacificar a todos los grupos étnicos de la región. Pero a pesar de los esfuerzos de los SPI y las misiones que se establecieron por entonces entre los Bakairi del Paranatinga, sólo una parte de ese pueblo fue llevado hacia fuera del alto Xingú e, incluso, eso fue contra los deseos de muchos de ellos.

Expediciones, contactos y enfermedades

Ya las primeras expediciones de exploradores en el alto Xingú, como las de Karl von den Steinen en 1884 y 1887, Herman Meyer en 1896 y 1898, Max Schmidt en 1901 y 1926, Ramiro Noronha en 1920, Vicente Petrullo en 1931, y otros que siguieron, como la expedición Roncador-Xingú, trajeron enfermedades infecciosas y afectaron a las poblaciones locales.

Los Naruvotu sufrieron graves consecuencias debido a estos contactos, en particular debido a la proximidad de su área tradicional con la zona pionera al este del Mato Grosso, que se fue expandiendo, y debido a las relaciones amistosas que mantuvieron con otros grupos del alto Xingú que ya sostenían contactos directo con la sociedad envolvente. Por eso, mucho antes de la creación del Parque Nacional del Xingú, los Naruvotu estuvieron siendo atacados por la enfermedad, hasta que se vieron reducidos a un pequeño número remanente, tal como aconteció con varios otros grupos del alto Xingú. Sin embargo, los Naruvotu eran tan importantes en el universo del alto Xingú que fueron sistemáticamente mencionados por todos los grupos indígenas consultados en aquella época por la expedición Roncador-Xingú.

Los Naruvotu fueron, junto con los Kalapalo, los primeros indios del alto Xingú que entraron en contacto directo con la expedición Roncador-Xingú y con los notables indigenistas Leonardo, Orlando y Claudio Villas Boas.

En los primeros días de la expedición Roncandor-Xingú, en 1946, los Naruvotu aún vivían en la gran aldea Naruvotu del Pequizal situada en un igarapé [brazo de río] en la margen izquierda del río Culuene. Frecuentaban los límites navegables del río Sete de Setembro y del Culuene avanzando hasta las áreas habitadas por los Xavante y otros grupos indígenas ubicados más al sur. La expedición llegó al río Sete de Setembro al final de 1945. Los expedicionarios establecieron un puesto de avanzada en la región, el Puesto Garapú, a unos tres kilómetros de la margen izquierda del Sete de Setembro y a 50 kilómetros de su desembocadura en el Culuene.

Tras el encuentro inicial con la expedición en el Sete de Setembro, los Naruvotu realizaron varias visitas al campamento de la expedición Roncador-Xingú en el río Culuene, levantado cerca de Kurumidjalo, una aldea kalapalo de aquel tiempo. El campamento fue transformado rápidamente en el Puesto Kuluene.

Como resultado de las numerosas visitas y del aumento de personas ligadas a la expedición en el Puesto Kuluene, una epidemia de gripe estalló poco después de la llegada de la expedición a la región, exactamente un mes después, en diciembre de 1946. Según informes de los propios miembros de la expedición, la epidemia se expandió entre diversos grupos del alto Xingú.

A pesar de que los hermanos Villas Boas sólo presentaron datos relativos a la mortalidad de los Kuikuro y los Kalapalo, que eran los grupos mayores, muchos relatos de indígenas indican que esta epidemia llegó hasta la aldea Naruvotu del Pequizal y les obligó a abandonarla por primera vez desde su creación. De hecho, cuando el investigador del Museo Nacional, Pedro Lima, realizó un viaje a la aldea kalapalo próxima al Puesto Kuluene, en 1948, observó que había algunos remanentes naruvotu, sobrevivientes de la epidemia de gripe que asoló la región.

Sin el apoyo para permanecer en su aldea en la región del alto Culuene, que habían abandonado a causa de la epidemia de gripe, los Naruvotu permanecieron entre los Kalapalo, grupo que vivía cerca de la base establecida por los hermanos Villas Bôas en el río Culuene. No obstante, los Naruvotu hicieron un nuevo intento de regresar a sus tierras ancestrales a finales de la década de 1940, incluso después de la epidemia.

En 1947, la expedición Roncador-Xingú estableció el Puesto Jacaré con ayuda de los Kamayurá y Trumai. El lugar escogido, cerca del Morená, donde el río Xingú recibe las aguas de dos más de sus afluentes, el Batoví y el Ronuro, y fluye hacia su curso medio, es considerado sagrado por los Kamayurá y por los grupos arúak del alto Xingú.

A partir de 1950, todos los grupos del alto Xingú, inclusive los que habían sido atraídos hacia el Puesto Kuluene, fueron atraídos de forma sistemática hacia el Puesto Jacaré. En esta dirección fueron desplazándose la mayor parte de los indios, cuyas tierras se hallaban al sur, en el curso superior del Culuene y en sus cabeceras.

Del Puesto Jacaré se expandió una grave epidemia de sarampión por la región del alto Xingú en 1954, resultando de ello 114 muertes oficialmente registradas por el SPI. Debilitados, los indios que no fallecían directamente por la epidemia, no podían cazar ni plantar, lo que se traducía en mayor vulnerabilidad y más muertes, incluso por otras enfermedades como la malaria y la tuberculosis, que se introdujeron rápidamente en la región con la llegada de los kagaiha (no-indígenas). Esta epidemia parece haber sido el golpe de gracia a los Naruvotu, cobrando la vida de las personas que habían sido atraídas hacia el Puesto Kuluene.

Los pocos Naruvotu que habían permanecido en el Pequizal sobrevivieron. De todos modos, estas personas fueron profundamente afectadas por esas muertes, ya que todo indicaba que se extinguirían como grupo. Luego de estas últimas muertes, los Naruvotu decidieron tomar precauciones y fueron a residir al Puesto Kuluene, donde podrían recibir atención médica. La historia de la gran aldea Naruvotu del Pequizal fue entonces olvidada por algunos años para dejar pasar la tristeza causada por las muertes. Además de las enfermedades de esa época, habían constantes ataques de indios que no pertenecían a la cultura xinguana, en especial de los Ikpeng.

Grupos como los Kalapalo y los Kuikuro, que acogieron a los sobrevivientes, también percibieron, al menos en un principio, la asimilación de miembros naruvotu como un intento de mantener el equilibrio de la población local. Los sobrevivientes Naruvotu, que eran en su mayoría mujeres y niños, no tuvieron más opción que unirse a grupos vecinos, con los cuales muchos de sus familiares vivían. La insuficiencia de adultos varones entre los Naruvotu - hombres que puedan asumir un rol más público en las sociedades del alto Xingú y promover la reconstitución de su comunidad así como la restitución de sus tierras – explica por qué los hechos relativos a los Naruvotu demoraron en salir a luz.

Expropiación de las tierras tradicionales

Los Naruvotu fueron atraídos hacia el Puesto Jacaré, en el río Xingú, bastante lejos de sus tierras tradicionales, en los años de 1970. La primera tentativa de transferirlos se produjo después de desactivar el Puesto de Kuluene allá por el año 1960. Aún así, los Naruvotu continuaron ocupando sus tierras ancestrales en las cabeceras del río Culuene y del Sete de Setembro. Incluso durante su estancia en el Puesto de Jacaré, hacían este viaje por temporadas, en especial durante los meses de octubre y noviembre, en el tiempo del pequi, y en varias otras ocasiones durante el año. Sin embargo, las tierras antes ocupadas por los Naruvotu ya habían sido alienadas por el Estado de Mato Grosso. Cuando fueron atraídos a una zona más al norte de sus tierras tradicionales, éstas ya habían sido invadidas por ocupantes y nuevos propietarios.

Las consecuencias fueron muy graves para los Naruvotu, pues mientras que ellos fueron atraídos lejos de sus tierras, otros grupos del alto Xingú, que también sufrieron despoblamiento y llegaron a ser casi tan pocos como los primeros, recuperaron en cierta medida sus territorios tradicionales y obtuvieron el reconocimiento de ellos. Los indios del Pequizal se vieron obligados a residir de manera permanente con otros grupos del Alto Xingú Karíb, en particular con los Kalapalo, para garantizar su supervivencia física. Se casaron con ellos, pero mantuvieron todo el tiempo una identidad propia, resistiendo a lo que pensaban los kagaiha (no-indígenas) con sus ideas de "asimilación" y "aculturación".

Pérdida de territorio y "extinción"

Sin territorio, los Naruvotu repitieron por un tiempo la idea de constituir remanentes, una noción que fue oficializada por el SPI y la Funai (Fundación Nacional del Indio). A la vez que, descontentos con las sucesivas incursiones en sus tierras tradicionales, los Naruvotu continuaron ocupándolas con frecuencia y lo han seguido haciendo hasta la actualidad, aunque siempre han tenido que renunciar nuevamente a ellas en favor de los que las expropiaron.

Desde los primeros contactos realizados en el alto Xingú por exploradores, liderada por los frentes de atracción del SPI y la famosa expedición Roncador-Xingú, diversas circunstancias históricas, geográficas y políticas llevaron al no-reconocimiento de la Naruvotu como un grupo autónomo. Incluso en el Alto Xingú, muchos indígenas llegaron a aceptar la idea de la extinción de ciertos grupos, tales como los Naruvotu, y esa idea fue divulgada por indigenistas que mantenían relaciones permanentes con las comunidades de la región.

En 1999, los nuevos "propietarios" kagaiha del área tradicionalmente ocupado por los Naruvotu resolvieron poner fin de una vez por todas a los intentos de re-apropiación y a las constantes visitas de los indios. Los propietarios temían que el área se tornase una Tierra Indígena como el Parque Xingú, por lo que decidieron derribar el pequizal para eliminar los vestigios de las antiguas aldeas.

La reacción de Naruvotu a este intento de erradicar los signos notorios de su presencia en la región, fue la de organizar expediciones para desocupar sus tierras tradicionales. Las dos últimas expediciones de este tipo se llevaron a cabo entre 1999 y 2003, respectivamente. En la primera de ellas, fueron expulsados empleados de los hacendados que estaban despejando el pequizal, mientras que en la segunda, los indios lograron detener la deforestación de las áreas más al oeste, que parecen haber sido abiertas para la siembra de soja. Esta deforestación incidía sobre el área de preservación permanente del Parque Indígena de Xingú y era, por lo tanto, ilegal. Además, también hubo una invasión de esa misma Tierra Indígena, que fue explicada por los hacendados como resultado de "un error cartográfico." Otra deforestación realizada en la región de los Naruvotu en junio de 2004 fue rechazada nuevamente por los indios.

En 2006, la Tierra Indígena Pequizal de los Naruvotu, ubicada en los municipios Canarana y Gaúcha del Norte, en el Mato Grosso, fue identificada y aprobada por la Funai. 

Sistema de nominación

Entre los Karíb del alto Xingú, cada individuo tiene por lo menos dos nombres, uno heredado de la abuela o del abuelo paternos y otro del abuelo o la abuela maternos. Por lo tanto, todo padre llama a su hijo o hija con el nombre de uno de sus padres, en tanto que toda madre llama también a sus hijos con los nombres de sus propios padres. Tal como en las reglas sociales de los Karíb xinguanos, existe la prohibición de pronunciar los nombres de las personas con las que se estableció lazos de parentesco a través del matrimonio, así que los yernos y nueras no pueden pronunciar los nombres de sus suegros o suegras. Los padres, por lo tanto, no puede utilizar los nombres alternativos para sus hijos, que corresponden a los nombres de los padres de personas con las que se casaron. No hay ninguna regla agnaticia (dando preferencia a la descendencia paterna) en la designación, siendo la identificación de un individuo determinada por el género.

En el sistema de nominación naruvotu, si un individuo es de sexo masculino y uno de sus abuelos es naruvotu, él también es naruvotu. Del mismo modo, si una mujer tiene (o ha tenido) por lo menos una abuela naruvotu, también ella es naruvotu. Los matrimonios mixtos, por lo tanto, no son suficientes para erradicar la identidad, ya sea ella naruvotu o cualquier otra.

Actividades productivas

Homens naruvotu no local de extrativismo de taquaras para confecção de flechas e de caramujos para confecção de colares, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005
Homens naruvotu no local de extrativismo de taquaras para confecção de flechas e de caramujos para confecção de colares, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005

Los Naruvotu realizan constantes viajes con miras a un efectivo aprovechamiento estacional de sus tierras ancestrales. Organizan expediciones de pesca a las bahías de los ríos Culuene y Sete de Setembro, especialmente en los meses en que los lagos apresan a los peces, y hacen recolecciones periódicas en el pequizal.

Recogen el  pequi [Caryocar brasiliense] en noviembre, durante las lluvias, y continúan recolectando caracoles cerca de la desembocadura del arroyo antes señalado, en los bosques adyacentes al Parque Xingú, en las regiones occidentales y al noreste del pequizal, para cazar monos y otros animales.Otras de las actividades en la región naruvotu es la recolección de astas de flecha. La zona norte de la aldea Pequizal Naruvotu servía para sembrar yuca, ya que el suelo de esta área es una variedad de tierra oscura, especialmente fértil.

Una de las principales actividades económicas de los Naruvotu es la confección de collares de caracoles; las conchas que son la materia prima de estas artesanías, sólo se encuentran en sus tierras ancestrales.

La mayoría de los grupos alto xinguanos obtienen las conchas de los Xavante, en cuyas tierras ellas son abundantes. Esto no era posible, sin embargo, antes de la llegada de los no-indios, pues los Xavante eran enemigos tradicionales de esos grupos. Los Naruvotu, por lo tanto, poseían una de las materias primas más codiciadas del Alto Xingú.

La importancia del pequizal y el monopolio económico en relación al collar de conchas de caracol convirtieron a los Naruvotu en un grupo local esencial en la economía regional del alto Xingú. El pequi también se convirtió en uno de los elementos comerciales de la "marca" naruvotu. Tanto en la mitología como en la historia oral de ese pueblo, la aparición del pequi está vinculada a la fertilidad y al poder creativo de las mujeres. De hecho, los matrimonios mixtos entre los grupos del alto Xingú se expresan de forma ritual a través del pequi, símbolo de la fertilidad en la cultura de la región. Las mujeres naruvotu concibieron e incentivaron los reiterados retornos de su grupo al pequizal, pues son siempre ellas quienes recuerdan a los hombres la necesidad de recolectar el pequi.

 

Los aspectos culturales

Flauta de taquara improvisada por Maiúta Naruvotu, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005
Flauta de taquara improvisada por Maiúta Naruvotu, Terra Indígena Pequizal do Naruvotu, Mato Grosso. Foto: Emerson Guerra, 2005

Los Naruvotu puede ser considerado el grupo Karíb del alto Xingú que está más al sureste del "área cultural del uluri" , según la definición de Galvão (1960). El ulurí es un adorno genital que usan las mujeres como una especie de "bikini (o tanga) del pudor". A pesar de que no cubre completamente el órgano genital femenino, cuando las mujeres utilizan uluri, ellas se sienten "vestidas". En la actualidad, sin embargo, el uluri no es muy usado por las mujeres del alto Xingú, bajo influencia de los parámetros de pudor de la sociedad brasileña.

Los hombres naruvotu eran considerados entre los mejores luchadores de huka huka en el alto Xingú. Hay nombres de campeones naruvotu que son reconocidos hasta hoy. También son grandes conocedores de las bahías y lagunas de los estuarios de los ríos Sete de Setembro (que ellos llaman Turuwíne) y del alto Culuene. Los Naruvotu, junto con los demás grupos Karíb del alto Xingú, son los "dueños del caracol", ya que tienen el monopolio de este bien cultural del alto Xingú, y son también dueños de uno de los mayores pequizales de la región.

El arroyo naruvotu es el único lugar en el Alto Xingú, donde hay zonas de concentración de dos tipos de caracoles utilizados en la fabricación de collares de conchas que son el sello distintivo de la identidad cultural de la región. "Hay básicamente dos tipos de caracol: el iñô y el oink, menor que el primero y más valorizado, "más que papel". Los caracoles viven en lugares como breñales, tocones de árboles y debajo de las hojas, y se valoran mucho. Con estas conchas, se fabrican dos tipos de collares: el uruka, hecho con conchas cortadas en pequeñas tiras redondas, y el divériku, hecho de pedazos mayores y cuadrados, con menor número de conchas" (Estevão Rafael Fernandes, 1999: 14).

Como poseedores de esta materia prima esencial para los rituales anuales, tales como el Egitsu (''Kuarup''), el Tolo y el Yamurikumã (el ritual del propio pequi), el monopolio que los Naruvotu tenían sobre las conchas de caracol era tan importante como los monopolios que otros grupos del alto Xingú tenían sobre elementos igualmente codiciados: ollas de arcilla waujá, "sal" de jacinto mehinako, arcos kamayurá, etc. Estos monopolios no son más tan pronunciados hoy en día debido a la influencia del comercio de artesanías con los no-indios, pero perduraron hasta la década de 1990.

Fuentes de Información

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