Shanenawa
- Autodenominación
- Shanenawa
- ¿Donde están? ¿Cuántos son?
- AC 769 (Siasi/Sesai, 2020)
- Familia linguística
- Pano
La historia del pueblo Shanenawa es común a las experiencias vividas por la mayoría de los pueblos indígenas de Acre. A inicios del siglo XX fueron víctimas de la rápida y violenta ocupación de la región en función de la extracción de caucho y goma. En el proceso de desarrollo de la economía regional, a los Shanenawa se les asignó inicialmente el rol de mano de obra en el suministro de productos alimenticios como carne y otros bienes alimenticios a los trabajadores del caucho; más tarde, ellos fueron integrados en las tareas de la propia explotación del caucho y las actividades de amansamiento de los indios "bravos" del alto río Envira.
Después de unos cuantos desplazamientos los Shanenawa comenzaron a vivir en una porción de terreno que posteriormente fue homologada con el nombre Katukina / Kaxinawá. Esto se debió a un error debido a que fueron confundidos con indios Katukina y llamados como tales. Por miedo a perder el derecho sobre sus tierras, teniendo en cuenta toda la historia de violencia e injusticia que sufrieron, los Shanenawa decidieron no aclarar el malentendido. Estudios lingüísticos realizados en la década de 1990 confirmaron esta confusión, ya que la lengua shanenawa es de la familia Pano y no Katukina.
Lengua
La lengua shanenawa pertenece a la familia Pano y es hablada, principalmente, por los más ancianos. A pesar de que estaba prohibida en la época en que los Shanenawa trabajaban en los cauchales, ellos nunca la olvidaron.
Los jóvenes y los niños, aunque entienden el lenguaje de sus padres, conversan entre sí sólo en portugués. Sin embargo, se observa que entre los Shanenawa algunos de los miembros de mayor edad, aliados a los jóvenes, demuestran un firme compromiso en la lucha por mantener la identidad cultural del pueblo, y siempre tratan de comunicarse en Shanenawa.
Además de eso, las escuelas de la comunidad están siendo concebidas como espacios de aprendizaje de la lengua, en oposición al proceso de escolarización en la ciudad, que no sólo ignora la lengua, sino también las formas de vida indígena.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004; Proyecto "Fortalecimiento de la cultura Shanenawa de la aldea Nueva Vida", presentado por la aldea Nueva Vida al Premio Culturas Indígenas - Edición Xicão Xukuru, 2008]
Nombre
El nombre ‘Shanenawa’ etimológicamente está compuesto por las formas shane (especie de pájaros de color azul) y nawa (pueblo “extranjero”). Por lo tanto, los Shanenawa serían el "pueblo pájaro azul".
Los Shanenawa dicen que este es un pájaro difícil de ver, pero que su aparición es signo de conflicto, de guerra entre grupos indígenas
[Gláucia Vieira Cândido, 2004; Proyecto "Fortalecimiento de la cultura Shanenawa de la aldea Nueva Vida", presentado por la aldea Nueva Vida al Premio Culturas Indígenas - Edición Xicão Xukuru, 2008]
Localización
Los Shanenawa viven en la parte centro-norte del Acre, en la margen izquierda del río Envira, en el municipio de Feijó. Acerca de su origen, la literatura sugiere que este pueblo no habitaba la región de Envira anteriormente, aunque hay relatos sobre vestigios de ocupación de estas tierras en tiempos remotos. De acuerdo con los ancianos, los Shanenawa emigraron a esta región, provenientes de otras áreas ubicadas en la parte superior del río Gregorio, debido a las Correrías (persecuciones armadas contra los pueblos indígenas que acompañaron la apertura y la instalación de las plantaciones de caucho en Acre, a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX). Los migrantes habrían ocupado durante algunas décadas el territorio comprendido por el curso alto de los ríos Juruá, Purús y Envira, este último en el municipio de Feijó, en la frontera con la parte sur del estado de Amazonas.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004]
Historial del contacto
Después de tres o cuatro décadas de persecuciones y sufrimientos, causados por la violenta ocupación y explotación del Acre, comenzó un nuevo período, que abarca las décadas 1910 a 1980. Fue un período de fortalecimiento de las empresas de caucho que se asentaron en los principales ríos y fundaron establecimientos para la explotación del caucho en todas partes, restando poco espacio para que los pequeños grupos de indígenas se refugiasen.
Durante el proceso de desarrollo de la economía del caucho, los indios fueron asignados como mano de obra para el suministro de carne de caza y otros productos alimenticios y fueron integrados posteriormente a las tareas de la extracción de caucho en sí. Además de estas actividades, los Shanenawa también participaron en el “amansamiento” de los indios “bravos” - como se les llamaba a los indígenas no contactados – en la región del alto río Envira.
Sus estilos de vida sufrieron una reestructuración: la vivienda se trasladó más al interior del bosque, donde hay seringueiras [Hevea brasiliensis]. Hubo una mayor abundancia de caza, pero por otro lado resignaron el acceso a grandes cantidades de peces de los ríos y a los cultivos agrícolas que hacían durante el año.
La época de la disminución de las actividades extractivas allanó el camino para las actividades ganaderas en la región, lo que incrementó considerablemente los conflictos sobre propiedad de la tierra.
En 1930, tras la salida de algunos indios Shanenawa al río Envira y después de pasar un tiempo próximos a las cabeceras de los ríos, ellos llegaron a la ciudad de Feijó para trabajar en una plantación. Su primera aldea fue Morada Nova, que en el año 2000 todavía representaba el mayor núcleo poblacional de los Shanenawa. Poco después ella fue desmembrada y dio origen a otras tres. Pero ya en esa época se percibía que esa aldea ejercía cierta influencia sobre las demás, aunque eran respetados los espacios territoriales y socio-político establecidos en cada una de ellas.
Más tarde, cuando la plantación de caucho cambió de propietario, se le permitió a los Shanenawa que viviesen en aquellas tierras. Con la apertura de la carretera BR-364 y la escalada de los conflictos entre indios y colonos, la Funai [Fundación Nacional del Indio] dio inicio al largo proceso de recuperación de las tierras, que duró cerca de diez años.
El actual territorio de los Shanenawa fue ocupado a finales de la década de 1950, constituyéndose en un espacio donde comenzaron a ejercer sus medios de vida, su organización social, política y cultural. [Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
Lucha por la tierra
En la época en que llegaron para explotar las tierras del Acre, los seringueiros [recolectores de caucho] se encontraron con una diversidad de pueblos indígenas en la región, pero no se interesaron por las diferencias lingüísticas y culturales que presentaban. Con algunos pocos nombres fueron bautizados todas las poblaciones indígenas, recayendo a menudo la misma denominación sobre grupos completamente diferentes.
Con la construcción de pueblos en territorios donde antes vivían poblaciones indígenas, los Shanenawa perdieron su espacio y no tenían lugar para establecerse. Tuvieron que trabajar en la recolección de caucho como empleados de los blancos para sobrevivir. Aún así, aquellos "dueños de los seringales", cuando no había más servicios, los expulsaban de la tierra. Y eso ocurría en todos los lugares donde el grupo llegaba, pues sólo podían quedarse en el seringal mientras había trabajo.
Los Shanenawa cuentan que insistieron muchas veces con las autoridades del Estado de Acre en relación a la necesidad de tener un lugar para vivir. Alegaron que su gente se estaba muriendo de enfermedades, hambre e, incluso, bajo acometida de los "jefes" al resistirse a la orden de salir. Después de cierto tiempo, ellos encontraron un documento que comprobaba su ocupación de la tierra – según el informe del CIMI [Consejo Indigenista Misionero] (1976). El documento dice que ellos estaban viviendo en un terreno que pertenecía al gobierno - el gobierno había comprado la plantación y hecho varias donaciones, incluyendo a los nativos. Se trataba de un documento provisorio que fue sustituido por un título de tierra, cuando la demarcación de la Tierra Indígena se llevó a cabo.
Después de algún tiempo en contacto con los pobladores de la región, los Shanenawa descubrieron que estaban siendo considerados Katukina y no Shanenawa, su nombre originario. El error parece tener origen en una placa colocada en la aldea, frente al río Envira, en la cual el grupo era identificado por el nombre Katukina. Más tarde, decidieron comprobar cuál era el nombre que constaba en el documento de la tierra y descubrieron que también allí se había registrado el nombre Katukina.
Percibiendo del error, algunos Shanenawa llegaron a acudir a las autoridades, pero se les dijo que si insistían en que no eran Katukina podían finalmente perder la tierra. Teniendo en cuenta todas las dificultades por las que habían pasado, ellos llegaron a la conclusión de que el error del etnónimo no merecía mayores preocupaciones, pues lo que ellos realmente necesitaban era la tierra.
[Maria Sueli de Aguiar, 1992; Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
Cosmología y rituales
Se observa entre los Shanenawa la creencia muy firme en la existencia de espíritus de la selva, los jusin. Estos seres están fuera de la naturaleza y de lo humano, siendo, por tanto, sobrenaturales y sobrehumanos. Existen unos jusin del bien y otros del mal. El principal de ellos es llamado jusin tsaka que, según cuentan los indios, tiene la forma de un animal monstruoso que, por donde quiera que vaya, destruye e incendia todas las cosas. Los Shanenawa dicen que es muy común encontrar las huellas del jusin tsaka por las mañanas, ya que el espíritu sólo "ataca" por la noche. Los adultos usan la figura de ese jusin para asustar a los niños y hacerles obedecer.
Los Shanenawa hacen uso del ayahuasca (llamado umi en la lengua indígena), bebida a base de una especie de liana y hojas que provocan alucinaciones. A través de estas visiones ellos se comunican con los espíritus de sus antepasados y obtienen ayuda para resolver sus problemas. El umi también es utilizado como remedio, porque creen que la bebida dará salud al cuerpo.
Los indios dicen que no tienen un chamán en la comunidad. Por otro lado, la medicina de hierbas es muy rica y tiene remedios para casi todo. En la fauna, el remedio más procurado es el veneno o vacuna del sapo. Los indios aplican la sustancia, que es extraída de una especie rara de sapo, phyllomedusa bicolor, en tres puntos marcados con fuego en los brazos. En pocos minutos vomitan todo lo que tienen en el estómago y, así, renuevan las fuerzas y la disposición para el trabajo. Al veneno del sapo está aún asociada la propiedad medicinal de acabar con la pereza y con la panema, un término tomado del Nheengatu, que significa falta de suerte en la caza.
Después del inicio de intensos contactos con los no indígenas, muchos Shanenawa comenzaron a manifestar creencias en religiones como la católica. [Gláucia Vieira Cândido, 2004]
El Mariri y los juegos shanenawa
También en relación a los rituales tradicionales hay registros de aspectos muy interesantes. Uno de ellos es el mariri, palabra tomada del Nheengatu para designar un evento típico entre los Shanenawa y entre otras poblaciones Pano. El mariri no tiene una fecha fija en la que acontece, aunque lo más común es que tenga lugar en el verano del Acre, período de lluvias esporádicas, que va de abril a setiembre, facilitando de esa forma el tránsito entre las aldeas gracias a la ausencia de lodo. Cualquier miembro del grupo puede participar en la danza, siempre y cuando ensaye las cantigas enseñadas por sus antepasados. Para el mariri, los participantes se pintan con achiote y genipa, vistiendo un faldón confeccionado con tiras de envira. En tiempos de mariri, muchos otros eventos son registrados como el acto de disfrazarse de jusin tsaka, que los indios interpretan como "hombre lobo". Por lo general, uno de los hombres se cubre con ramas de árboles y hojas de plátano y entra en medio de los danzantes, asustando a todos.
Otra actividad que también ocurre dentro de los eventos del mariri es el "juego de la caña de azúcar". Este se desarrolla en torno de uno de los hombres que disputa un pedazo de caña de azúcar con una o más mujeres. A las mujeres les es permitido usar todas las fuerzas para arrancar el pedazo de caña del hombre, mientras que el grupo de hombres no puede actuar con violencia física, sino solamente verbal.
Otro juego muy apreciado es el "palo encebado". Los indios pasan sebo en un palo muy largo embutido en el suelo en forma de estaca y, en la punta, colocan una prenda. Aquel que consigue llegar al tope sin resbalar, se lleva la prenda. No se sabe si los indios aprendieron el juego con los no-indios, o viceversa. Es cierto, entre tanto, que "palo encebado" puede ser visto en varias regiones del Brasil y también en el Perú en ocasión de la "maldición de Judas". Así, probablemente sea la segunda la explicación más probable.
Entre otras actividades, los Shanenawa practican aun el tiro de arco y flecha y la natación como competición, costumbres muy apreciadas y mantenidas con orgullo por ese pueblo. También practican fútbol. Para este deporte poseen pequeños campos en la aldeas que son bastante utilizados los días sábados. Disputan juegos con equipos formados por jugadores de las propias aldeas o, en ocasiones festivas, enfrentan equipos de otras etnias.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004]
Vivienda
A pesar de que en los últimos años aumentó la construcción de casas de madera trabajada y con techo de aluminio semejantes a las de los no-indios y que son bastante visibles en la zona urbana del Acre, todavía predominan en las aldeas indígenas casas inspiradas en la arquitectura de los seringueiros, del tipo palafitos, hechas con madera a cerca de 40 centímetros de altura del suelo y cubiertas con paja de envira armada.
Los Shanenawa vivían en cupixauas, que eran grandes construcciones indígenas hechas de paja, donde generalmente vivían todas las familias de un clan. La cocina es la parte más expuesta de la casa y es en ella donde se reciben a las visitas. Las paletas de amasar plátano y yuca, los utensilios domésticos, son semejantes a los utilizados por los no-indios y los alimentos son preparados en fuego a leña.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004; Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
Actividades económicas y alimentación
Los Shanenawa se dedican a la economía de subsistencia y para complementar su alimentación compran algunos productos en la ciudad. Hacen rozas en lugares próximos a las aldeas, escogidos en puntos adecuados, más altos y bien drenados, y allí cultivan principalmente yuca, plátano, maíz y maní. En una escala menor, también plantan camote, ñame, calabaza, cará [Colocasia esculenta], caña de azúcar y, además, algunas frutas como el melón y la sandía. Además de eso consumen frutos que recolectan, como es el caso de la castaña, de la manga, del ingá, entre otros. En los meses de diciembre hasta abril es posible encontrar açaí [Euterpe oleracea], que es recolectado en gran cantidad y frecuencia, siendo apreciado por todos los Shanenawa. El coco jaci también es muy valorado y es recolectado constantemente para ser comido crudo o asado. Su producción es mayor en los meses de febrero a marzo. Los condimentos más usados son la pimienta malagueta tradicional, la sal, el achiote, el ajo y principalmente la pimienta del reino, que es parte integrante de la culinaria acreana.
Los Shanenawa también crían animales pequeños. El único alimento de elaboración artesanal es la harina, muy apreciada y producida en pequeña escala, para atender el consumo doméstico.
El menú principal de los Shanenawa se compone de pescado, yuca y papilla de plátano. La influencia de la culinaria no-indígena se manifiesta en el uso de la sal marina y en el consumo de arroz, frijoles y carnes diversas (principalmente pato), alimentos comprados generalmente en los mercados de Feijó, así como en la preparación de ciertos platos, como los que llevan carnes, por ejemplo.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004; Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
La roza
La roza de los Shanenawa es bien diversificada, poseyendo gran variedad de especies y tipos relacionados a cada alimento. Plantan, sobre todo, maíz, plátano, yuca, ñame, calabaza, camote y arroz. En algunos casos la roza es abierta conjuntamente y, después de la quema, es dividida por las familias nucleares para realizar el cultivo.
[Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
La caza
La caza en la región es escasa; cuando es posible, se restringe a la captura de animales y aves de pequeño porte, como lagartos, ranas, entre otros. Hay distintas estrategias para la adquisición de carne: prácticas tradicionales de caza, crianza de pequeños animales domésticos – ocasionalmente el sacrificio de un buey, por lo común para fiestas y conmemoraciones – o la compra de pescado, carne de puerco o de buey en la ciudad.
En distintas épocas son realizadas excursiones a lugares próximos al río Envira, donde residieron anteriormente, para llevar a cabo pescas y cacerías.
Entre los Shanenawa ya no se usa más perros como auxilio en la caza, lo que mejoró significativamente la aproximación de la caza. Cada aldea tiene sus propios barreiros (lugares donde los animales van a beber agua, principalmente en la época de lluvias y a lamer los barrancos en busca de sal). La caza es más promisoria en la época de lluvias, especialmente en los estiajes más o menos cortos. En esos períodos los rastros son más fáciles de ser identificados y también hay mayor abundancia de alimentos para los animales.
La pesca
La pesca también hace parte de sus costumbres, pero como los peces del río Envira están escasos en el área que habitan, esa actividad se ha reducido bastante a ciertos períodos del año. Hay noticias, sin embargo, de que los dirigentes han entrado en contacto con especialistas en ingeniería de alimentos para ejecutar un proyecto con el objetivo de que el Envira vuelva a ser un río de aguas ricas en peces. En la pesca, la tarraya es el instrumento predilecto, pero a veces se valen del timbó, que es una sustancia arrojada al río para provocar que los peces queden aturdidos y suban a la superficies, donde pueden ser fácilmente recolectados.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004]
Caiçuma
En cuanto a bebidas, la más apreciado por los Shanenawa es la caiçuma [especie de masato] (término que probablemente se origina en el Nheengatu) que puede ser de yuca o plátano. La preparación de esta última es muy simple: después de cocinar y amasar el plátano con agua, basta dejar que fermente durante un corto tiempo. La caiçuma de yuca, en cambio, además de pasar por el proceso de cocción, es masticada, colada y fermentada durante un mínimo de 24 horas. El tenor alcohólico de estas dos bebidas es bastante bajo, ya que son consumidas inmediatamente después de su preparación. Sin embargo, también es común el consumo de la caiçuma ácida, que tiene un alto contenido de alcohol, ya que su tiempo de fermentación es de más de tres días.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004]
Restricciones alimentarias
A pesar de que no lo hacen más con frecuencia, algunos períodos de la vida de los Shanenawa están fuertemente marcados por las restricciones de ciertos alimentos, como en el caso de las mujeres embarazadas y de aquellos que son entrenados para ser chamanes. Estos últimos pasan un gran período en el bosque, y durante este lapso, que dura un año y seis meses, sólo se alimentan de maíz asado y toman caiçuma de maíz. Al beber umi (ayahuasca, brebaje de una liana del bosque), se alimentan de productos suaves, como maíz, plátano y yuca asada. El umi les enseña cómo curar una enfermedad y, a partir de esta experiencia, se convierten en chamanes definitivos de su comunidad.
Tradicionalmente, cuando una mujer está embarazada, trata de comer plátanos, yuca, harina, ñame, papa, carne, pescado, papaya y otras frutas. Simplemente evita el consumo de carnes más fibrosas. Durante el período de lactancia materna refuerza la dieta con caiçuma de maíz, yuca, plátano y caldos diferentes.
Es parte de sus costumbres no comer carne de buitre, perezoso, oso hormiguero, zarigüeya, serpiente ni algunas frutas del bosque. Muchas personas no comen carne de ovinos y los más ancianos no comen carne de buey, porque dicen que les da dolor de cabeza y fiebre, ya que el ganado es criado al sol en el campo.
[Carlos Antônio Bezerra Salgado, 2005]
Artesanía
Los hombres tienen la costumbre de fabricar conjuntos decorativos de arcos y flechas para venderlos fuera de la región. Las mujeres hacen collares, pulseras, faldas, sombreros, canastas y vasijas de cerámica. La producción está mediada con fines comerciales por la Asociación Shanenawa de la aldea Morada Nova (ASAMN), con el propósito de auxiliarlos en el proceso de distribución y venta de estos productos.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004; Cely Melo de Almeida, 2002]
Organización social y política
La organización familiar shanenawa se basa en núcleos compuestos por una pareja de ancianos, los hijos o hijas soltero(a)s, los hijos casados y sus esposas, hijos adoptivos y nietos.
Están organizados en cinco clanes: Waninawa (gente de melocotón), Varinawa (pueblo del sol), Kamanawa (gente de la onza), Satanawa (gente de la nutria) y por Maninawa (gente del cielo). Los hijos son, por norma, miembros del clan de la madre y, por regla general, sólo pueden contraer matrimonio con individuos pertenecientes al mismo clan. Pero eso, a veces, no acontece, ya que hay muchos matrimonios interétnicos y de indios con no-indios. Las familias son monógamas, aunque hay informes de que en el pasado el jefe tenía la costumbre de tener hasta tres mujeres.
Los Shanenawa tienen una organización centralizada en la figura del jefe, cuyo cargo es hereditario. Es deber del líder dedicarse por entero a los intereses de la comunidad, representándola en los contactos con las autoridades públicas de los no-indios. El jefe tiene poder de decisión, aunque en la actualidad las decisiones más importantes sean tomadas colectivamente en reuniones con otros importantes miembros del pueblo.
[Gláucia Cándido Vieira, 2004, Carlos Salgado Antonio Bezerra, 2005]
Otras formas de organización
Los Shanenawa, junto con otros grupos étnicos en la región, crearon una organización que es muy activa en la defensa de los intereses de los indígenas: la Organización de los Pueblos Indígenas del Río Envira (OPIRE). Por otra parte, esos indios están aparentemente involucrados en los procesos políticos nacionales, ya que un número considerable de ellos están afiliados a partidos políticos.
[Cely Melo de Almeida, 2002]
Nominación
Los niños Shanenawa reciben nombres en su lengua materna de acuerdo con algunas reglas bien definidas. Sin embargo, todos tienen un nombre no-indígena debido al registro civil. Al parecer, esta obligación civil no les molesta, porque parecen gustar de los nombres de otros orígenes. Es notable, además, que utilizan más el nombre no-indígena, incluso en situaciones informales. La adjudicación del nombre en portugués no sigue ningún patrón. Cualquier persona puede sugerir un nombre para el recién nacido, lo que en general es bien recibido, especialmente si no tiene precedentes en la aldea. Al primer nombre se le añade al apellido portugués del padre y de la madre.
En el caso del nombre indio, en cambio, hay reglas muy estrictas para su elección, pues es necesario que los nombres se repitan de generación en generación y formen parte de un acervo común que los Shanenawa preservan. Esto significa que los padres escogen para sus hijos los nombres de sus propios parientes de acuerdo con orientaciones bien definidas.
[Gláucia Vieira Cândido, 2004]
Fuentes de información
- AGUIAR, Maria Sueli de. Os grupos nativos "Katukina". São Paulo-SP: IEL-UNICAMP, 1992.
- ALMEIDA, Cely Melo de. “Shanenawa: um povo de luta”. In: Povos do Acre – História Indígena da Amazônia Ocidental. Rio Branco, Acre, 2002.
- CÂNDIDO, Gláucia Vieira. Descrição Morfossintática da Língua Shanenawa (Pano). Tese de Doutorado. Universidade Estadual de Campinas, Instituto de Estudos da Linguagem. Campinas, SP: [s.n.], 2004.
- _____________________. “Projeto Fortalecimento da cultura Shanenawa da aldeia Nova Vida”. In: Prêmio Culturas Indígenas – Edição Xicão Xukuru. São Paulo, SESC-SP, 2008.
- SALGADO, Carlos Antônio Bezerra. Segurança alimentar em terras indígenas: os Shanenawá no rio Envira – Acre. Dissertação de Mestrado – Universidade Federal do Acre, Rio Branco-AC, 2005